sábado, 30 de julio de 2011

¿Tu vida no te da tiempo para el amor?

¿Temes que tu relación se quiebre por la rutina y la falta de atención? Ten en cuenta estas recomendaciones para no perder a tu ser querido.



Queremos a alguien y solo deseamos estar a su lado. Pero, si nuestras actividades diarias ocupan la mayor parte de nuestra recargada agenda, ¿cómo evitar que nuestro ser querido se sienta desplazado?
El psicólogo del Centro Psicoterapéutico del Perú, Estuardo Yacolca, considera que la persona que tiene muchas ocupaciones debe pensar bien en sus prioridades. “Antes de convencerse de que no tiene tiempo para el amor, debe evaluar su realidad y preguntarse si las actividades que realiza son esenciales o si puede cambiar alguna”, sugiere.
En el caso de que no pueda reorganizar su horario de estudio o de trabajo, tiene que escuchar las preocupaciones de su pareja. “El enamorado o la enamorada puede sentirse abandonado porque el tiempo que se le dedica es reducido”, advierte y, luego, da la clarinada de alerta: esta situación podría perjudicar la relación. “El ser querido podría pensar que su pareja no quiere estar con él, que tiene a alguien más o que prefiere el dinero en lugar de su compañía”, sostiene.
COLABORACIÓN. El especialista recomienda a las personas que se sienten solas por el poco tiempo que disfrutan con sus parejas que colaboren con estas en determinadas actividades. “Si fuera un matrimonio y el esposo espera mucho tiempo a su mujer, él podría apoyar con algunas labores de la casa para ampliar el tiempo libre de su esposa”, indica Yacolca.
Después de unas semanas, la pareja debe volver a hablar seriamente para evaluar si la ‘negociación’ funcionó. “También hay casos en los que ambos sentirán que su prioridad no es el amor. En todo caso, lo ideal es que siempre conversen sobre sus temores”, señala finalmente el especialista.
MÁS SUGERENCIAS
DATOS
  • A veces las personas sienten que le dedican el tiempo suficiente al amor, pero que la calidad de las conversaciones no es la mejor.
  • En esos casos, el psicólogo Eduardo Yacolca recomienda evitar los diálogos sobre temas convencionales.

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