Dos ataques contra el Gobierno noruego han desatado el terror en Oslo. Al menos siete personas murieron y 15 resultaron heridas por una explosión que destruyó el complejo que alberga a las oficinas del primer ministro, Jens Stoltenberg, y el Ministerio de Finanzas, según el último balance oficial de la Policía sobre el primer atentado de gran magnitud que sufre este país escandinavo.
El diario noruego Varden informó -citando a testigos- que al menos cuatro personas murieron en un tiroteo desatado en un campamento de verano de las juventudes laboristas -el partido de Stoltenberg- en la isla Utoya, cerca de Oslo. Medios locales reportaron que el atacante fue detenido y llevaba puesto un uniforme policial.
Stoltenberg, quien ahora se encuentra “en un lugar seguro”, debía pronunciar allí un discurso el sábado en la mañana, según su agenda oficial. La Policía aún no da un balance preciso del último episodio, solo menciona que hubo “muertos” y “heridos”. No obstante, sospechan que ambos ataques tienen una conexión.
“Es importante que no dejemos que nos asusten, porque el propósito de esta clase de violencia es crear miedo”, dijo Stoltenberg al canal TV2 tras el doble atentado. También tildó de “grave” la sutuación en Utoya. “Incluso cuando se está preparado, resulta dramático cuando estos acontecimientos tienen lugar”, agregó.
Según un analista en terrorismo citado por el diario The New York Times, el grupo terrorista Ansar al-Jihad al-Alami se adjudicó el ataque en Noruega. Esto habría sido una respuesta a la presencia de las fuerzas noruegas en Afganistán y a las caricaturas que se publicaron del profeta Mahoma.
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