El Falcon HTV-2, el avión más rápido jamás construido, fue lanzado al espacio por el Pentágono, pero se salió de control y, según los primeros datos, se hundió en el Océano Pacífico.
La aeronave despegó impulsada por un cohete desde la base aérea de Vanderberg, en California (Estados Unidos), y nueve minutos después una anomalía provocó la pérdida de señal, informó hoy la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de EEUU (DARPA).
La agencia del Pentágono retransmitió hoy, a través de su cuenta de Twitter, la segunda y última prueba del Falcon HTV-2, que puede llegar a cualquier parte del mundo en menos de una hora. Se tenía previsto que, tras alcanzar su máxima velocidad, la aeronave regresara a tierra precipitándose en el océano.
El Falcon HTV-2 fue sometido a otra prueba en abril del año pasado, pero la misión tuvo que ser abortada nueve minutos después del despegue al detectarse una falla técnica durante el lanzamiento. Las dos pruebas han tenido un costo total de 308 millones de dólares.
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